Otoño….

Aunque muy a menudo olvidemos la relación con la Naturaleza y vivamos el día a día creyéndonos ajenos a ella, esto no es así. Habitamos en un planeta con cambios, nuestro entorno es variable y el organismo debe adaptarse a todas esas situaciones, cambios en el clima, en la luz, la alimentación y por supuesto en los hábitos.

Durante el verano nos empeñamos en hacer todas las cosas que no hacemos durante el resto del año y dejamos de lado la normalidad. Lo convertimos en una auténtica revolución de la que luego hay que salir para volver a la vida cotidiana. Todo esto afecta a nuestra salud y a nuestro bienestar.

El otoño es un tiempo de transición, en el que hay que ayudar al cuerpo a adaptarse, prepararlo para el invierno y paliar “los desmanes del verano”.

Lo primero que haremos será poner nuestro hígado en forma. En esta época del año se suele notar cansancio sin un motivo aparente, este es un claro síntoma de congestión hepática. Si nos decidimos por tomar complejos vitamínicos no encontraremos demasiado éxito. En cambio, con una limpieza hepática conseguiremos buenos resultados.

Nuestro sistema inmunitario, necesita un sistema digestivo descongestionado, el cual evitara también la inflamación articular la cual afecta a muchas personas en esta época del año. Es aconsejable realizar una dieta depurativa unas dos veces al año preferiblemente en otoño y primavera. Existen plantas depurativas como la alcachofera, diente de león, fumaría, boldo, cardo mariano, esta última ayuda a regenerar las células hepáticas. No nos tenemos que olvidar de una planta brasileña llamada borututu que es muy efectiva para deshacer piedras en la vesícula, siempre acompañada de algunas de las anteriores.

Para el sistema inmunitario lo mas popular en este tiempo es la JALEA REAL, sustancia segregada por las abejas que lo usan como alimento de la reina y muy rica en vitaminas del grupo B y minerales como hierro, fósforo, calcio, aminoácidos, sustancias hormonales y ácidos grasos insaturados, siendo muy recomendable en periodos de estrés o fatiga, proporcionando mayor resistencia mental, ideal para niños con una alimentación deficiente, ya que ayuda a recuperar el apetito y es muy importante en el crecimiento por su aporte de minerales.

Otros productos potenciadores del sistema inmunitario son el PROPOLEO o própolis, que se encuentra sobre todo a la entrada de la colmena para defenderla de las bacterias. Además de las citadas propiedades inmune-estimulantes, y antimicrobianas se puede destacar también como antioxidante, anti inflamatorio, protege las células y estimula la producción de colágeno.

También tendremos en cuenta la astenia otoñal, para ello podemos contar con un aminoácido llamado TRIPTOFANO, que estimula a que nuestro cuerpo produzca una sustancia llamada serótina, sustancia del buen humor o bienestar, y que además de hacer que estemos mas felices o de mejor humor también nos ayuda a que conciliemos mejor el sueño y no tengamos despertares nocturnos.

Fernando Martínez, Naturópata de Cuna de Salud.